Trilogía: The Ravenhood - Kate Stewart

 #1

¿Puede guardar un secreto?
Crecí enferma.
Déjame aclarar.
Crecí creyendo que las historias de amor reales incluyen un mártir o exigen un gran sacrificio para ser digno.
Por eso, lo creí, porque me obligué a creerlo, y crié el más masoquista de los corazones románticos, lo que resultó en mi enfermedad.
Cuando viví esta historia, mi propio cuento de hadas retorcido, no lo sabía en ese momento porque era joven e ingenua. Caí en la tentación y alimenté a la bestia que golpeaba, que se volvió más sedienta con cada corte, cada golpe, cada golpe.
Triple Falls no era en absoluto lo que parecía, ni tampoco los hombres que me rodearon bajo su protección. Pero para mantenerlos, tenía que estar al tanto de sus secretos.
Secretos que nos cuestan todo guardar
Esa es la novedad de la ficción frente a la realidad. No puedes revivir tu propia historia de amor, porque cuando te des cuenta de que la estás viviendo, se acabó. Al menos ese fue el caso para mí y los hombres en quienes confié mi tonto corazón.
Mirando hacia atrás, estoy convencido de que quise que mi historia existiera debido a mi enfermedad.
Y todos fueron castigados.

#2

¿Puedes vivir una mentira?
Es un pueblo fantasma, este lugar que me persigue, el que me hizo.
Para mí está claro que nunca superaré a Triple Falls ni viviré el tiempo que pasé aquí.
Todavía puedo sentirlos a todos, mis muchachos de verano.
Incluso cuando sentí el peligro, cedí.
No hice caso de una sola advertencia. Dejo que mi enfermedad, mi amor, me gobierne y me arruine. Jugué mi parte, con los ojos bien abiertos, tentando al destino hasta que lo cumplí.
Nunca habría un escape.
Todos tenemos la culpa de lo que pasó. Todos cumplimos nuestras propias sentencias. Fuimos descuidados e imprudentes, pensando que nuestra juventud nos hizo indestructibles, exentos de nuestros pecados, y nos costó a todos.
Ya terminé de fingir que no dejé la mayor parte de mí entre estas colinas y valles, entre el mar de árboles que guardan mis secretos.
Es la razón por la que he vuelto. Para hacer las paces con mi destino.
Y si no puedo llorar lo suficiente como para curarme en mi tiempo aquí, seguiré enfermo. Esa será mi maldición.
Pero es hora de confesarme a mí mismo más que a cualquier otro, que había obstaculizado mis posibilidades por la forma en que fui construido y por los hombres que me construyeron.
En este punto, solo quiero hacer las paces con quien soy, sin importar el final que tenga.
Porque ya no puedo vivir una mentira.

#3

Secretos y mentiras...
He vivido toda mi vida envuelta en subterfugios con un solo propósito: la venganza.
A través de los años viví más como un enigma que como un hombre.
Durante mucho tiempo negué que tuviera mi propio corazón palpitante.
Hasta ella. Hasta que desenterró el vaso hambriento que había dentro, me obligó a reconocerlo, me obligó a comprender que soy capaz de sangrar igual que cualquier otro.
Por eso pagamos. Todavía estamos pagando.
Sin embargo, ella todavía lo exige, el corazón inútil del ladrón despiadado y villano desvergonzado del que se enamoró. Mi temor es que ya no soy ese hombre.
Con las mentiras que he dicho, la vida que he llevado, mis errores están empezando a alcanzarme, día a día, uno a uno.
Esta es mi última oportunidad y no tengo intención de perderla de nuevo, pero a medida que el engaño de mi pasado comienza a desmoronarse y acercarse, deshacerme de mi humanidad puede ser lo único que pueda salvarnos a ambos.
Quizás ya sea demasiado tarde.