Serie: Nikolaev Bratva - Naomi West

 #1

Estoy encerrada en una jaula con mi vestido de novia.
¿Cómo terminé aquí?
Hace tres días, era una chica normal que vivía una vida normal.
Mis padres adoptivos vinieron a cenar a mi apartamento, como hacen todas las semanas.
Pero esta vez trajeron bombas.
Me dijeron que no soy quien decían que era. ¿
Y todas esas lecciones de baile, esas clases de etiqueta? No eran solo para aparentar.
Eran para prepararme.
Para moldearme en lo que estoy a punto de convertirme.
La esposa obligada de un capo.
Luego, con la mandíbula en el suelo, abrieron la puerta y dejaron entrar las pesadillas.
Mi nuevo esposo no me ama, lo deja claro en el momento en que nos conocemos.
Estoy atrapada en su mundo con un solo propósito:
ser su esposa y tener sus bebés.
Correr no ayudará.
Llorar no ayudará.
¿Lo único que sí ayudará?
Someterme.

#2

Mi jefe quiere que tenga un hijo suyo.
En circunstancias normales, eso sería un simple «Uhh... no».
Pero Gavriil Nikolaev no es el tipo de hombre al que le gusta que le nieguen algo.
Además, incluso si lo encontrara atractivo (cosa que no me ocurre con seguridad)
e incluso si no fuera su empleada (cosa que definitivamente sí soy)
no hay forma de evitar el hecho de que es un hombre increíblemente peligroso.
Ya he pasado por esto antes y casi arruinó mi vida.
Me niego a hacerlo de nuevo.
Pero a él no parece importarle lo que haré o no haré.
Tiene los ojos puestos en mí
y no aceptará un no por respuesta.

#3

La Bratva llegó por la noche y prendió fuego al lugar.
Pensé que era mi oportunidad de escapar finalmente de este horrible club propiedad de la mafia.
Dios mío, estaba equivocado.
Porque el hombre que golpea la puerta no es un caballero de brillante armadura, que está aquí para liberar a esta damisela en apuros de su pesadilla.
Es más bien el polo opuesto.
Bastien Nikolaev, el nuevo capo de la Bratva Nikolaev de Miami, es malhumorado, melancólico y tiene una mala actitud.
Y ahora, ha decidido que le pertenezco.
Diría que fue la peor noche de mi vida, pero estaría mintiendo.
Todas las peores noches están por venir.