Serie: Puckboys - Eden Finley, Saxon James

 #1

EZRA
Fiesta, tíos y hockey. ¿Qué más podría querer un jugador gay de la NHL?
Si no fuera por Anton Hayes, mi vida sería perfecta.
No es que afecte mi vida de ninguna manera. En absoluto. Eso implicaría que me importa lo que el extremo de Filadelfia piense de mí.
Que yo no.
Ni siquiera una aventura de una noche con él puede escongelar su animosidad fuera de lugar hacia mí.
Dice que yo soy el que tiene ego, pero que puede hablar. Él rivaliza conmigo por ser el puck boy más egoísta de la liga.
Lo odio tanto como él me odia. Incluso si anhelo una repetición.
ANTON
Cuando se trata de hockey, lo que me importa es el juego.
He trabajado durante años para ser uno de los mejores de la liga, y lo he logrado sin salpicar mi orientación en los tabloides.
Mi imagen de hockey es una que he cultivado cuidadosamente, y después de una noche con Ezra Palaszczuk, lo arriesgo todo.
Es arrogante, desagradable y tiene un ego más grande que Massachusetts. Y está bien, tal vez es el hombre más sexy que he conocido.
Nunca nos llevaremos bien. No cuando dormimos juntos. Ni siquiera cuando despierta mi racha posesiva.
Eso no impide que caigamos juntos en la cama una y otra vez.

#2

Tripp
La peor parte de estar enamorada de mi mejor amigo heterosexual es el hecho de que es demasiado inconsciente para verlo.
Años de añoranza me han dejado exhausto y necesito un descanso de Dex. Necesito espacio para superar mis sentimientos. Pero cuando su relación se desmorona y se vuelve hacia mí en busca de consuelo, cedo de inmediato.
Si hay algo que odio más que ser lastimado, es ver a Dex luchar. No puedo dejarlo en un momento de necesidad, incluso si mis amigos dicen que es mi mayor caída.
Dicen que Dexter Mitchale es mi debilidad, pero si eso es cierto, no quiero ser fuerte.
Dex
, siempre he sido el tonto. Es por lo que soy conocido, y por lo general no dejo que me afecte.
Tengo hockey y tengo a mi mejor amigo, Tripp. ¿Qué más necesito? ¿Para establecerse? No gracias. ¿Casamiento? pase duro. Según ex novias, eso me hace “irresponsable”.
Pero la solución que se me ocurrió para superar mi miedo al compromiso podría ser mi idea más tonta hasta el momento. No solo tiene la gestión del equipo respirándome en el cuello, sino que también pone a prueba mi amistad con Tripp.
Esta pesadilla de relaciones públicas podría hacerme perder a la única persona que he amado. Perder novias no es nada. ¿Perdiendo a Tripp? No es una opción.
Haré lo que sea necesario para mantenerlo.

#3

OSKAR
Después de un pequeño percance en un callejón con circuito cerrado de televisión, mi imagen pública necesita arreglo. ¿Ups?
Podría haber sido un truco para llamar la atención de Lane Pierce, el nuevo gerente de relaciones públicas de San José, pero no me di cuenta de cuáles serían las consecuencias cuando lo hice. Tengo el único enfoque de Lane ahora en todas las formas equivocadas.
Se ha designado a sí mismo como mi niñera, y aunque es divertido jugar con él, estar sujeto a toques de queda y reglas nunca ha funcionado para mí.
Cuanto más retrocedo, más me doy cuenta de lo que realmente está en juego. Mi carrera, mi futuro y tal vez incluso mi corazón.
LANE
Ser nombrado jefe del departamento de relaciones públicas de San José fue un sueño hecho realidad... hasta que conocí a Oskar Voyjik.
Puede que sea de la realeza de San José, pero con las acrobacias que ha estado haciendo Oskar, el dueño del equipo se ha quedado sin paciencia. Lo que me pone en la línea de fuego. Si no puedo cambiar la imagen de chico fiestero de Oskar, nos mostrarán la puerta a los dos.
Tengo rienda suelta para hacer lo que sea necesario, y resulta que lo que sea necesario es Oskar.
Solo que, cuanto más se enredan nuestras vidas, más veo al Oskar que ha enterrado en el fondo. El que lastima, el que es sensible y amable, el... del que creo que me estoy enamorando.
No puedo tenerlo a él ni a mi carrera, y si los rumores sobre los límites profesionales que he cruzado salen a la luz, no solo puedo despedirme del trabajo de mis sueños; Seré deshonrado de los deportes profesionales por completo.

#4

ALEKS
Después de mi divorcio, estoy listo para divertirme, tener citas y no meterme en nada serio. Entonces conozco a Gabe Crosby, bombero superhéroe y una desgracia para el nombre de Crosby. ¡Ni siquiera le gusta el hockey!
Sin embargo, hay un atractivo en él que no puedo negar, algo que no había sentido desde mi adolescencia. Pero ese es el problema. No tengo idea de cómo son las citas, y mucho menos cómo hacerlo con otro hombre. Me pone nervioso y escamoso, y nunca he sido ese tipo.
Gabe me da la vuelta y me da la vuelta de la mejor manera posible. Hace poco me volví soltera, pero si sigo persiguiéndolo, es posible que no me quede así por mucho tiempo.
gabe
Cuando me encuentro con Aleksander Emerson durante una llamada de emergencia, hay tres cosas que me llaman la atención: sus tatuajes sexys, sus ojos amables y su oferta borracha de tener mis bebés.
Es nuevo en Seattle y se ha divorciado recientemente, así que lo tomo bajo mi ala y bajo mis sábanas. Le estoy mostrando cómo es el mundo de las conexiones, solo que esas conexiones se convierten en fiestas de pijamas, citas y demostraciones públicas de celos.
Aleks está en su era informal, y estoy trabajando para establecerme y formar una familia. Lo que tenemos los dos es divertido, pero no es una buena idea permanentemente.
Lástima que Aleks ya ha incendiado mi vida.

#5

Quinn
Forzarme la ingle ya es bastante malo. Pone en juego mi carrera de hockey, mi futuro, pero peor aún, mi dignidad. Tener que recibir masajes en esa zona por parte de Vance Landon, uno de los entrenadores del equipo, es mortificante. Es imposible ocultar mis sentimientos hacia él. Si mi constante rubor y torpeza no lo delatan, mi cuerpo sí lo hace. Está llegando al punto en que me pregunto si el hockey vale la pena pasar vergüenza.
Tratar de evitarlo sólo hace que me busque más. Está decidido a rehabilitar mi lesión, pero lo único que quiero es que me deje en paz. O enamorarte de mí. Uno o el otro.
Vance
Ayri Quinn no es el típico deportista... excepto por el hecho de que se niega a admitir que está lesionado. He visto más que suficientes deportistas profesionales perder la carrera que aman debido a una lesión, y no permitiré que vuelva a suceder. Especialmente no cuando el chico en cuestión resulta ser el deportista más dulce, torpe e inocente que he conocido.
Cuando una noche de fiesta hace que Quinn se vuelva a lesionar, creo un plan de atención que me mantiene presente, literalmente. Desafortunadamente, trabajar con él tan cerca saca a la superficie todos esos sentimientos que he estado tratando de ignorar. Sólo necesito mejorarlo para que pueda volver al hielo y salir de mi cama. Ah, mi camilla de masajes. Porque si esto continúa, podría referirme a mi cama real. Ayri Quinn es imposible de resistir.